ESPAÑA
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Detenido en Brasil uno de los pistoleros de la matanza de Atocha

Tenía solo 24 años en el 77 cuando perpetró los asesinatos.

La Audiencia Nacional lo condenó a 193 años de cárcel.

6 diciembre 2018

Las fuerzas de seguridad brasileñas han detenido a Carlos García Julia quien contaba con una requisitoria internacional por su participación en la matanza en 1977 de los abogados de Atocha, según han informado fuentes de la investigación.

Las autoridades españolas habían solicitado la extradición de García Julia, que contaba con 24 años cuando perpetró los asesinatos de los abogados de Atocha, y que fue condenado por la Audiencia Nacional a 193 años de prisión como autor material de cinco asesinatos. 

Uno de los abogados asesinados, Luis Javier Benavides, era natural de Jaén.

Único superviviente de la matanza

Desde Córdoba, la única víctima que aún vive de los asesinatos de los abogados de Atocha de 1977, el profesor de Derecho Constitucional Alejandro Ruiz-Huerta, ha considerado que el juicio por este caso fue un ejemplo de que la justicia española no ha tenido "Transición política".

"Hemos sufrido tiempos muy duros", confiesa el profesor, que ya está jubilado de la Universidad de Córdoba, donde ha impartido en la última etapa laboral clase de Derecho Constitucional.

Sin embargo, no se sorprendió porque la Fundación de los Abogados de Atocha llevaba "24 años esperando a que fuera detenido" el último de los autores "confesos y convictos" de la autoría "material" de la "masacre" de Atocha, cuando el 24 de enero de 1977 un comando de extrema derecha irrumpió en el despacho laboralista situado en la madrileña calle de Atocha, número 22, y asesinó a cuatro abogados, Javier Sauquillo, Luis Javier Benavides, Enrique Valdelvira y Serafín Holgado, y un administrativo, Ángel Rodríguez Leal.

Ruiz-Huerta consiguió salvar la vida gracias a un bolígrafo que llevaba en el bolsillo de la camisa, que le había regalado esa misma tarde el administrativo muerto, Ángel Rodríguez Leal, que consiguió desviar la bala, y a que el cuerpo del abogado Enrique Valdelvira le cayó encima y le protegió de los disparos.

Además, ha señalado que con la detención del fugitivo se cierra un caso en el que "cuatro terroristas de extrema derecha" se enfrentaron a una condena conjunta de 496 años, mientras que "quien vigilaba para que se perpetrara el atentado, Fernando Lerdo de Tejada, se libró del banquillo gracias al juez de la Audiencia Nacional Rafael Gómez Chaparro".

Y ha añadido: "Hubo tantas irregularidades en el procesamiento de este crimen tan execrable que todos acabamos hechos polvo: fue demasiado duro".

Y ello porque, a su juicio, "la justicia española no vivió ningún proceso de Transición política: es imposible que uno se acueste en una dictadura y se despierte en una democracia sin un proceso constituyente".

Así, Ruiz-Huerta está convencido de que "no se investigaron en España cosas necesarias para procesar a los autores intelectuales de la masacre", algo que, por su parte, "sí hizo la justicia italiana condenando a los funcionarios parafascistas del Sindicato Vertical" con los que había conexiones en el atentado de Atocha, algo que no se investigó "por orden, entre otros, del magistrado Gómez Chaparro".

El profesor ha apuntado que en España hace falta una "conciliación compasiva" que "todavía no se ha producido", ejemplo de lo cual es "la aparición de la nueva extrema derecha materializada por Vox", un partido que "conecta con la extrema derecha francesa de Marie Le Pen y con el asesor de campaña de Donald Trump Steve Bannon".

Ruiz-Huerta atribuye el auge de "los extremos radicales tanto de la derecha como de la izquierda" a que "no hemos sido capaces de entender la memoria histórica durante los 40 años de democracia", ni los sectores más conservadores ni los sectores de izquierdas.

Ha subrayado que la actual Constitución española se formuló mediante un "acuerdo de mínimos", que fue lo único a lo que se pudo llegar después de una dictadura y en unas condiciones impuestas, "con presión militar, fuerte poder de la derecha y una posición muy débil por parte de las fuerzas de izquierdas".