Liga Europa
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La noche más larga del Sevilla

Caras largas de los jugadores en su regreso de Praga.

En el aeropuerto se mezclaban las miradas perdidas con las cabezas agachadas tras quedarse fuera de su competición fetiche.

Todas las miradas se dirigen a Machín.  

15 marzo 2019

Apenas han pasado 9 horas del palo más gordo en la historia reciente del Sevilla, y todavía no se ha asimilado lo ocurrido. De ahí las caras largas de los jugadores en su regreso de Praga. En el aeropuerto se mezclaban las miradas perdidas con las cabezas agachadas. Ha sido la noche más larga para el Sevilla.

Y más, cuando se acariciaba la clasificación para cuartos. Pero, en apenas 20 minutos, todo lo que se pudo hacer mal, se hizo peor. El equipo no supo administrar la ventaja, le faltó sangre fría para conservar la calma y, sobre todo, el control del balón. De entre todos, el gran señalado es Pablo Machín, que se jugará el puesto el domingo en Cornellá.

El Sevilla dice adiós a Europa demasiado pronto. Hizo lo más difícil. Empató la eliminatoria, pero le faltó la guinda. Ben Yedder de penalti antes del descanso igualó el gol de Engadé.

Con 1-1 se llega al descanso, pero el Slavia necesita muy pocas ocasiones para marcar. Nada más salir de vestuarios un riguroso penalti en contra pone el 2-1. Pero Munir en el minuto 54 se saca un zapatazo para igualar la eliminatoria.

El Sevilla consigue llevar el partido a la prórroga y ahí marca el 2-3. El Mudo Vázquez cabecea a la red en el minuto 98. Todo el sevillismo se ve en el bombo de cuartos porque el rival necesita dos goles en 22 minutos. Pero el Sevilla no mata el partido.

El mal estado del terreno de juego impide que el equipo de Machín tenga el balón y el Slavia se vuelca a la desesperada sobre el portal de Vaslik. Van Buren empató demasiado pronto.


Una falta muy discutida propicia el 4-3. Barullo en el área y gol de Traoré. Minuto 118. Un minuto lo cambia todo.

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