Se trata de recuerdos de una generación que tomaba Cola-Cao o jugaba a las canicas o la comba.
No había tabletas ni wikipedia, sino pizarras y cuardenos. Y usábamos pololos en gimnasia. En el recreo, jugábamos al burro, a la comba o las canicas. Ahora tenemos entre 50 y 60 años y esta exposición nos recuerda los símbolos de una época que marcó a varias generaciones.
Desde el salón de casa con la televisión en blanco y negro y el sofá con los pañitos, hasta el transistor o la tienda de ultramarinos en la que no faltaba el Cola-Cao, La Casera o las chuches.
Aquí podemos jugar a las máquinas recreativas, montarnos en las bicicletas de la serie más popular, Verano Azul.
Sí, había dos niñas que nos cautivaron por su dulzura, Heidi, y por su audacia, Pipi Calzaslargas y muchos personajes de cómic que nos hicieron reír.