Lola, bailarina: "Pasé del quejío por la silla al grito de libertad"

Casi el 15% de la población mundial presenta algún tipo de diversidad funcional. Con el objetivo de visibilizar a este colectivo y llamar la atención para movilizar apoyos, se celebra desde hace 27 años el Día internacional de las personas con discapacidad.

En nuestro ámbito más cercano, conocemos  el trabajo del proyecto de flamenco inclusivo que dirige el bailaor José Galán. Una iniciativa que recalca la experiencia de esas personas que no se ponen límites a la hora de conseguir sus sueños. Es el caso de Lola López. La silla de ruedas en la que le dejó la enfermedad de la polio, no le ha impedido convertirse en bailarina. Nieta de emigrantes andaluces en Cataluña, Lola López se crió con la banda sonora de la copla. Siempre quiso bailar aunque pareciera una barrera insuperable. Conocer el proyecto de flamenco inclusivo le cambió la vida. Donde había limitaciones descubrió oportunidades. Le ha permitido echar fuera el lamento que tenía dentro cuando creía que era imposible. Como ella dice, ya no es un "quejío" sino un grito de libertad

570.000 andaluces tienen un grado igual o superior al 33% de discapacidad. En un 20% de los casos son personas que viven solas, esto ocurre sobre todo en mujeres, más aisladas socialmente. Aunque crecen los contratos orientados a su inserción laboral, queda mucho trabajo pendiente para que esa integración sea plena.