Buen cine para combatir el desánimo del confinamiento

Cuando todo está mal, sólo puede ir a mejor. Y hay películas. que son inspiradoras. Son películas con final feliz, donde triunfa la justicia, o la verdad sale a la luz, o la suerte sonríe a los valientes, donde la solidaridad o el esfuerzo vencen, donde se abre una ventana a la esperanza, a un futuro mejor. Son películas para superar momentos.

Por ejemplo, Amelié una película francesa donde la protagonista descubre que se puede repartir alegría a los desconocidos y se puede esparcir amor y felicidad a las personas que te rodean. La anécdota es lo de menos. La bella atmósfera, la ternura y el ingenio de esta película francesa, lo demás.

Perdidos o confinados en un hotel, crisis emocional o personal. Se puede salir hay que comunicarse y abrirse al mundo exterior como metáfora de superación. Eso es lo que sucede en Lost in translation a Bill Murray y Scarlett Johansson en esta película sobre la importancia de disfrutar los pequeños momentos.

La tenacidad y el sacrificio es lo que nos enseña el matrimonio interpretado por Nick Nolte y Susan Sarandon en el Aceite de la Vida, o el aceite de Lorenzo una peli donde los protagonistas luchan para sacar adelante a un hijo afectado por una enfermedad rara.

Y no hay nada imposible, incluso sin pie, con el cuerpo paralizado, criado en una familia obrera, sin educación escolar. No parecía haber sitio para él en el mundo y aun así siguió adelante, luchó con una voluntad de hierro y se convirtió en un pintor y poeta de renombre. Fue ni más ni menos que la vida de Christy Brown, y la interpretación que hizo de él Daniel Day-Lewis le llevó a ganar un Óscar.

El director Ang Lee nos convence en esta historia extraordinaria, La Vida de Pi, sobre el poder de la fe y la esperanza. De las ficciones que necesitamos contarnos a nosotros mismos para hacernos la vida más llevadera. Una película estéticamente deslumbrante y con un mensaje que da que pensar.

Y si prefiere los clásicos ya sabe que hay que nos dan mensajes positivos. Porque vivir es bello, por que somos irreemplazables y nuestras vidas importan, más de lo que a menudo creemos. Eso es lo que la obra maestra de Capra nos cuenta.