El servicio doméstico está sufriendo de manera brutal los estragos de pandemia por coronavirus
Las empleadas de hogar son más de medio millón en España, pero una de cada tres no está dada de alta y no podrá cobrar el subsidio del Gobierno
Se suma que muchas son irregulares y tienen miedo salir a la calle para ir al trabajo
Conocemos el caso de Graciela Ruiz
Hace un mes Graciela Ruiz trabajaba como empleada del hogar en Sevilla. Tiene aprobada la solicitud de residencia y el 23 de marzo tenía cita para la huella pero por el estado de alarma no ha podido ir. También ha perdido el empleo. Ella tiene 31 años, un niño y es de Paraguay. Ahora está sin empleo. No tiene ingresos, ni residencia y sin derecho a cobrar una ayuda.
Miedo al contagio en el trabajo, miedo a ser despedidas, miedo a ser detenidas en la calle por no tener papeles, porque la mayoría de las empleadas del hogar son mujeres inmigrantes. Para ayudarlas, la asociación Claver ha editado una guía con consejos legales y sanitarios.
Se está obligando a muchas a cogerse vacaciones y, a las internas, a quedarse en la casa durante sus descansos. Todo ello es ilegal. Peor situación viven las que no están en la Seguridad Social, o cobran por horas, y las que, como Graciela, no tienen permiso de residencia.