16 de enero, día internacional de... la croqueta
La opinión más extendida entre los consumidores es que las mejores son "las de mi madre"
La diversidad de sus ingredientes y los trucos para elaborar la masa permiten infinidad de variedades.
Con más de doscientos años de historia oficial, aunque ya se escribía de preparaciones similares desde el siglo XIV, las croquetas nunca han pasado de moda, y han conseguido incluso convertirse en plato de vanguardia, a los que ni siquiera los chefs con estrellas Michelín se resisten.
Croqueta deriva de croquette, término francés que significa crujiente en español. Llegaron a España en tiempos de la Guerra de la Independencia, y aquí su tamaño se redujo con respecto a las originales. Sus masas se diversificaron al admitir todo tipo de ingredientes.
Por eso no hay una receta estándar, sino que las variaciones en la elaboración de la besamel y las proporciones de cada uno de sus elementos varían tanto como el arte de quienes las cocinan. Aunque cuando se pregunta por las mejores, es difícil que nadie prefiera otras distintas a las de su madre o su abuela.
Así que la humilde croqueta podría incorporar a sus méritos el de contribuir también a estrechar los lazos familiares.
