Solo dos de cada diez jóvenes que se incorporan al campo son mujeres

El 12 % es una cifra baja. Por eso el Gobierno ha aprobado subvenciones para animarlas a ellas a que se queden en el campo, a que tomen las riendas de sus tierras y de organizaciones agrarias.

Nuestra protagonista en este vídeo es Amara. Tiene 23 años ocasionalmente ayuda a su madre en una explotación del municipio sevillano de Arahal. Tamara en el campo no ve futuro.

Es un ejemplo de las miles de mujeres jóvenes que no quieren trabajar en la agricultura, donde la presencia femenina es ínfima, y de ahí que sólo 12 de cada cien tengan tierras a su nombre en Andalucía.

A su lado está Ana, su madre, con 63 años, para la que sin embargo en el campo está su vida y su pasión. Lleva cuatro décadas subida a un tractor, ahora cultiva 15 hectáreas de olivar prácticamente sola y ninguna de sus cuatro hijas quiere tomar el relevo.

El Gobierno ha aprobado ayudas económicas para evitar el despoblamiento rural, para intentar que ellas cultiven las tierras o conozcan los instrumentos que les puede facilitar la política agrícola común.

Sin embargo, en la práctica ellas se quejan de las dificultades en los trámites entre las administraciones para cualquier permiso o subvención, y de la escasa visibilidad que tienen en la PAC. De ahí que esta discriminación esté siendo estudiada en Europa, pero hasta 2022 no habrá cambios. Mientras, Ana y Amara siguen este sábado limpiando sus olivos y sin mirar el reloj en su tarea infatigable.