Chema se abraza con sus padres, llegados desde Algeciras para recibirles. Nines no puede contener las lágrimas al reencontrarse con sus padres y amigos. Físicamente, han sufrido golpes en distintas zonas del cuerpo. Lo difícil ahora es asimilar lo ocurrido durante lo que iban a ser unas idílicas vacaciones en Indonesia.
La pareja ha tenido que comprar el billete con los precios disparados para poder volver y ha sufrido también el caos con las autoridades locales y la embajada española.
En la isla se ha quedado voluntariamente otros dos malagueños: Pablo Martín, que tenía un hotel en Lombok y Juan Manuel Romero, entrenador de baloncesto para discapacitados. Están colaborando en las tareas de recuperación del terremoto.